Triste realidad: la alergia a los animales es muy común sobre todo en niños y adolescentes y muchas veces los fuerza a tener una relación más distanciada con ellos.
¿Perro con pelo alambre, pelo liso o corto? ¿Gato de pelo largo o sin pelo? ¡Todas! Porque el que un animal te de alergia o no NO radica en su tipo de piel, sino que en la cantidad y el tipo de caspa que produce.
Ese tipo de partículas pueden mantenerse flotando en el aire y causar síntomas de alergia una vez inhaladas. El principal indicador de esto es la aparición de síntomas incluso cuando la mascota no está, porque las partículas de caspa se pueden quedar pegadas en la ropa, las almohadas e incluso en nuestra piel.
Si es verdad que ciertos animales son más propensos a causar alergia según la cantidad de caspa que desprendan de su piel, pero no podemos discriminar por raza o tipo de pelo, porque todo habita en el animal.
Pero solo en algunos casos, si continúa el contacto con el regalón a lo largo de los años, puedes desarrollar cierto tipo de tolerancia, y aliviando el nivel de alguno de los síntomas.
“Mi mamá tenía un gato antes de que yo naciera, nunca hubo ningún problema hasta que cumplí 6 años empecé a desarrollar una alergia terrible”, cuenta Geisa Puentes, quien trató su enfermedad con antihistamínico y hoy vive feliz junto a su viejo y peludo compañero.
Si no tienes gatos o perros en casa pero no te puedes aguantar las caricias y besos, algunas de las recomendaciones son las siguientes:
- Intenta que el peludo no entre a las habitaciones.
- Lávate las manos después de darle muchos besos.
- Ventila la casa adecuadamente para que las partículas de caspa circulen y no queden adheridas.
