La rabia es una enfermedad que en la mayoría de los casos llega a ser letal. Afecta directamente al sistema nervioso central y es causada por el virus Rhabdoviridae, lo que causa encefalitis, algo así como la meningitis en los humanos y su letalidad se acerca al 100%.
Es contagiada a través de la mordedura o por contacto directo de mucosas o heridas con saliva de un animal infectado. Los afectados pueden ser nuestros regalones como nosotros también. En humanos, la muerte puede llegar a producirse por problemas cardio respiratorios.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en los países desarrollados la transmisión se produce por mordeduras de perros o de murciélagos. Lamentablemente no es difícil que nuestra mascota se contagie, por eso, tomar medidas preventivas nunca está demás:
- Primero, hay que consultar a un veterinario cuáles son las vacunas que el animal necesita. Una vez que ya las tengas, es fundamental que las repitas todos los años para mantenerlo protegido por el resto de su vida.
- Luego, tener controladas las salidas del peludo regalón es esencial: el contacto con otros perros que no han sido vacunados podría ser sumamente perjudicial. Por esto, es una opción interesante la esterilización, que hará que los animales vaguen menos y que por ejemplo, no se metan en peleas por hembras en celo.
- Mantener el lugar donde vive tu mascota limpio es vital. Basura, comida y suciedad en el exterior atrae a murciélagos, los que pueden morderlo y contagiarlo de rabia.